Combinación 12.
por el gran David.
[Event "Match Moscú - Budapest"]
[Site "Moscú"]
[Date "1949.??.??"]
[Round "?"]
[White "J. Szily"]
[Black "D. Bronstein"]
[Result "0-1"]
[ECO "C63"]
[Annotator "ajedreztupasion"]
[PlyCount "78"]
[EventDate "1949.??.??"]
1. e4 e5 2. Nf3 Nc6 3. Bb5 f5 4. exf5 e4 5. Qe2 Qe7 6. Bxc6 bxc6 7. Nd4 Nf6 8.
Nc3 c5 9. Nb3 d5 10. Qb5+ Qd7 11. Qa5 Qc6 12. Na4 Rb8 13. d4 c4 14. Nbc5 Bd6
15. b3 O-O 16. h3 Bxf5 17. Be3 Nd7 18. Qd2 Nb6 19. Nc3 Qe8 20. a4 cxb3 21. cxb3
c6 22. Ne2 Nd7 23. Qc3 Be6 24. O-O {[%csl Yd3,Ge4,Yf3][%cal Ge8g6,Rg6g2,Yf8f6,
Yf6g6,Ge6h3,Re4d3,Re4f3] Diagrama [#] Si un jugador de ajedrez avanza una
casilla su peón de torre demasiado pronto tras el enroque, existe siempre el
peligro de que dicho peón sea atacado. Por supuesto, ese peón está protegido
por su compañero, pero éste tiene también su propia tarea de proteger al rey
contra los jaques dados desde el norte de la columna "g", provenientes de las
torres negras o de Su Majestad la Reina, y resulta peno so que, además deba
preocuparse de lo que suceda a su alrededor. Es esto exactamente lo que ocurre
aquí. El negro sacrifica su alfil para abrir completamente la posición del rey
contrario. El blanco rechaza el presente pero el segundo jugador insiste y
verá coronado con éxito el subsiguiente ataque. Los alfiles negros iniciaron
la ofensiva, pero las torres negras aprovecharon al máximo la columna "f".
Antes, en la apertura, el peón negro de "e" cruzó valientemente el ecuador del
tablero y desempeñó un decisibo papel desde su puesto avanzado. Un ejemplo
perfecto de fuerzas combinadas que terminó en un triste destino para el rey
blanco. Su alfil cometió el error de cambiarse él mismo por un caballo negro.}
Bxh3 25. Ng3 Qg6 26. gxh3 Bxg3 27. Kh1 Qh5 28. fxg3 Qxh3+ 29. Kg1 Qxg3+ 30. Kh1
Rf3 31. Rxf3 Qxf3+ 32. Kg1 Nxc5 33. dxc5 Qg3+ 34. Kh1 Rf8 35. Qe1 Qf3+ 36. Kg1
Rf6 37. Bf2 Rg6+ 38. Kf1 Qh3+ 39. Ke2 Qd3# {mate ?Qué hemos aprendido de esta
partida? Creo que la más valiosa conclusión que podemos extraer de la partida
estriba en que un jugador de ajedrez con deseos de desarrollar su propia
fantasía podrá evitar siempre las líneas rutinarias. En los libros de
aperturas se pueden hallar innumerables variantes, pero si se confía en la
memoria para ejecutar veinte o más jugadas en el tablero ?se estará realmente
jugando al ajedrez? Esta idea me vino a la mente hace unos 50 años, cuando
jugaba el ganbito de rey casi en cada partida. ?Por qué no jugar 3. ..., f5,
la vieja variante Jänisch? Y decidí hacerlo en este juego. Más tarde lo
practiqué de nuevo contra Radmir Kholmov en el Campeonato Soviético de 1949.
Constituyó una pequeña sensación el que tuviera éxito en ambas partidas, ya
que no existían libros de apertura que recomendaran dicha variante. En esta
partida con Szily pude utilizar con éxito el poder de los peones negros, al
preparar la combinación decisiva. Las blancas no debieron haber cambiado el
alfil por el caballo de "c6"} 0-1
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