«El Mago», sigue jugando. (Mihail Tahl) 01.

Si Tahl fascinó con su mágico juego, con la audacia de sus combinaciones de ataque, verán que su calidad humana, su fino humor y su simpatía brillaron también en él a gran altura.

... MIJAIL Tahl nació el 9 de noviembre de 1936 en Riga, en el seno de una familia de origen judío y elevado nivel cultural (su padre era médico). Tahl deslumbró desde niño por su asombrosa retentiva y capacidad intelectual, pues se cuenta que era capaz de efectuar de memoria multiplicaciones con factores de tres cifras y retener en poquísimo tiempo poemas y capítulos enteros de libros.
Aprendió a jugar al ajedrez a los siete años y hacia los doce era ya un fuerte jugador, pues venció en una simultánea a Jolmov.
Cuando, con veinte años, gana el Campeonato de la URSS (1957) se convierte en el campeón soviético más joven de la historia. Su triunfo, basado en un emprendedor estilo combativo, con sorprendentes golpes tácticos y variantes intrincadas, no puede gustar demasiado a los comentaristas ortodoxos, que lo califican de «muy afortunado)), mencionando que muchas de sus combinaciones son erróneas.

Pero al año siguiente repite victoria y comienza a perfilarse como un serio aspirante al título mundial. El In terzona] de Portoroz y el duro torneo de Candidatos de Yugoslavia así lo ratifican.
Deberá enfrentarse ahora a Botvinnik, que se mantiene intratable desde 1948. Los pronósticos se presentan muy claros para todo el mundo: sin duda ganará Botvinnik. Pero el joven Tahl, con sus evoluciones de prestidigitador y la magia de sus figuras plasma sobre el tablero una gran victoria, por 6-2. Botvinnik apenas puede creérselo. Tahl deberá afrontar al año siguiente, sin embargo, un duro revés, escapándosele la corona mundial en el match-revancha. El triunfo de Botvinnik esta vez es aún más claro: 10-5. Como atenuante, hay que decir que el joven campeón había disputado este encuentro con problemas de salud, una constante a lo largo de su carrera.
El resto de los años sesenta encierran un reto del que Tahl no sale airoso: recuperar el campeonato del mundo. Un calvario. «El Mago de Riga)) -como ya empiezan a conocerlo los aficionados- se ve obligado a abandonar el torneo de Candidatos en Curacao (1962), a causa de una afección renal. Más tarde se ve apeado en los ciclos siguientes, primero por Spassky, en la final de Candidatos de 1 965 y luego por Larsen en 1968. Hacia esas fechas todo el mundo del ajedrez había prácticamente desahuciado a Tahl. Pero el resurgir del letón en los setenta es esplendoroso. En el año 1972, por ejemplo, gana el Campeonato Soviético y obtiene un resultado extraordinario en la Olimpiada de Skopje. En 1974 gana todo un rosario de torneos: Hastings 1973 -74, Lublin, Halle, Novi Sad, repite victoria en el Campeonato Soviético y, por si fuera poco, gana el primer premio en su tablero en la Olimpiada de Niza y obtiene el mejor resultado individual en el Campeonato de la URSS por equipos, defendiendo el primer tablero de Letonia. 
Tahl mantiene un alto prestigio entre los organizadores de torneos internacionales y aun en su leve declinar adquiere la costumbre de ganar al menos un par de torneos anuales, lo que hace que su nombre siga apareciendo con frecuencia en los eventos de mayor relieve. 
El ajedrez paradójico, fantasioso e inigualable de Tahl reproduce a la perfección la rica personalidad de este ex campeón mundial que sigue cautivando a millones de aficionados con sus creaciones. Ante Tahl el tablero parece transfigurarse, pasando de ser el reino de la lógica al reino de las excepciones. Su audaz estilo tiene no poco que ver con su personalidad inconformista. 
Al analizar una de sus partidas con Botvinnik nos cuenta en qué pensaba: nada menos que en darle vueltas a una de las cómicas propuestas de Ilf y Petrov (autores sobre los que desarrolló su tesis de Filología Eslava): ¿cómo sacar a un hipopótamo de un pantano? 
La presencia carismática de Tahl no podía faltar en los dos matches disputados entre la URSS y la selección del resto del mundo (Belgrado, 1970 y Londres, 1984 ), el primero de ellos denominado «Match del Siglo». 
A finales de los ochenta las oscilaciones de su Elo no impiden que sea uno de los 24 privilegiados ajedrecistas que disputan la I Copa del Mundo de la GMA. Tahl sigue en la brecha.  
Hay, por fin, un detalle revelador: a pesar de su débil constitución, de sus enfermedades, del tributo al paso de los años, Tahl encarna la carrera más activa de la historia, con más de 4.000 partidas de competición disputadas desde que a finales de los años cuarenta un adolescente comenzara a alternar en los clubes de Riga, una de las ciudades nórdicas de mayor solera, con uno de los puertos más antiguos de Europa. 
El ajedrez nos recordará, en su camino, que Mijail Tahl pasó en su historia a convertirse de «Mago de Riga» a «Rey de la combinación». Su genio perdurará entre nosotros, pero hoy por hoy, sigue jugando.